TRADUCIDO POR OSCAR LEÓN
La Academia Urban Soccer Leadership comenzó en 2010 con dos grandes ideas conectadas entre sí: Crear equipos de fútbol asequibles y baratos para los niños del sur de Texas (edades de 4-19) para poder competir con los clubes suburbanos y usar el fútbol para trazar caminos académicos hacia la Universidad.
Lo que comenzó en un vecindario de escuelas secundarias en ocho escuelas primarias con 120 jugadores recreativos y un presupuesto operativo de $20,000 sigue creciendo. En 2016, USLA se ubicaba en ocho vecindarios de escuelas secundarias con 500 jugadores (300 recreativos y 200 de academia y premier) y un presupuesto anual de $284,000. Un perfil de jugador surgió de la USLA:
97% son hispanos
85% son graduados universitarios de primera generación en su familia
80% son económicamente desfavorecidos y reciben una beca complementaria parcial o complete
55% son clasificados como "en riesgo"
38% vive en la pobreza
28% son estudiantes de ingles
USLA se beneficia del pasado de Garza como alcalde de San Antonio. Él conoce el lado administrativo (descubriendo como acceder a los campos) y el establecimiento de contactos (construyendo alianzas de USLA con escuelas y universidades locales, negocios, fundaciones, gobiernos de ciudades y condados, proveedores de servicios comunitarios y patrocinadores corporativos).
"Sabía que sería difícil encontrar patrocinadores sólo para el fútbol, ero si nos enfocamos en romper el ciclo de pobreza a través del logro educativo, encontraríamos un público más amplio", comenta Garza.
Cuatro universidades están dentro de los destinos escogidos por USLA, incluyendo la Universidad Luterana de Texas, cuyo entrenador ayuda a entrenar a los jugadores de la USLA. La primavera pasada, USLA organizó una exhibición para universidades que dio a 70 muchachos y a 40 muchachas la oportunidad de conocer a los entrenadores de las universidades. El objetivo es dar al 1 por ciento de los jugadores de élite de fútbol de la USLA la oportunidad de jugar en la universidad o profesionalmente, mientras nos aseguramos que el otro 99 por ciento tenga un Plan B sólido para su vida.
Cada temporada, USLA cobra alrededor de $175 por ligas recreativas y $350 o $750 por ligas de viajes, algunos de los equipos viajan dentro de un radio de 80 millas a Austin y Corpus Christi. Prácticamente todos los jugadores de USLA reciben una reducción en el precio dependiendo de tres factores: elegibilidad para almuerzo gratuito, elegibilidad para costo reducido de almuerzo y en función de cada caso utilizando un umbral de pobreza con un plan de pago diseñado.
"Nunca intentamos dar el 100 por ciento (gratis) a menos que sean muy pobres y estén muy comprometidos", cuenta Garza. "Si esto se hace gratuito, se hace difícil mantener el nivel de compromiso a través de una temporada. Siempre tienes jugadores que aparecen al inicio y posteriormente desaparecen, ya sea porque pierden el interés o se mudan".
Garza cuenta que la USLA es muy selectiva en cuanto a sus entrenadores debido a la dinámica en casa de muchos jugadores. Cuando los entrenadores se quejaron de que los jugadores no se comprometían, Garza mencionó que desafió a su personal a profundizar en el tema. Los jugadores no se presentaban generalmente debido a problemas familiares o sociales en casa.
El estatus migratorio de una familia puede ser parte de esta dinámica. Mientras el mensaje del presidente Donald Trump sobre la represión hacia los inmigrantes ilegales aumentó durante su campaña presidencial de 2016, Garza asimiló que la inmigración era una preocupación para más de las familias de la USLA de lo que él se imaginaba.
USLA proporciona asesoría legal a algunos jugadores cuyos casos de permisos de residencia permanente(green-card) llegan hasta un juez. Garza señaló que la USLA trata de verificar los ingresos de la familia al proporcionar una beca, aunque gran parte se basa en la confianza. Garza reconoce que si se le pide un almuerzo gratuito o de menor precio al USLA, "ni siquiera lo revisamos".
Garza dijo que crear confianza es el problema número uno en las comunidades latinas.
"La parte de fútbol es sencilla, pero realmente tienen que confiar en tu mensaje: 'Esto va a cambiar mi vida'", dijo Garza. "La mayoría de ellos nunca han estado fuera de la ciudad. No entienden que el futbol cambia vidas".